
He arcado la cuesta y subido al punto incierto.
He asido las alas del viento líquido del silencio.
He tenido huecos en la memoria y substancias caóticas en los vasos que conducen la esencia a cada uno de los intersticios de mi cuerpo.
Con silencio he pagado a la sombra de la parca para que pasara de largo despejando la mirada de quienes amo.
Huyo dirigiendo mis pasos a mi destino.
No hay salida ni escapatoria posible.
Volar ha sido una fantasía que ha propiciado dar pasos, uno tras otro, creyendo en mañanas y amaneceres nuevos.
La noche se acerca con su manto oscuro y mensajes inciertos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario