Un paisaje desolado de silencios contenidos.
Un latido ahuecado en el rincón del alma.
Un momento para alejarse y regalarse un respiro.
He estado en la cuerda floja del tiempo que aprisiona.
He vivido el vacío de lo indeciso que apunta a destino.
Somos reos del destino.
El mío se cruza.
No puedo eludirlo.
Miro extrañada como si no fuera conmigo.
Me distancia la tensión y contención de la espera.
Estoy alerta.
Llaman a mi puerta.
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