La nada es tu lecho
Huecos del alma abren silencios
para un mañana que se escapa bajo sus alas.
Hienden al aire lamentos y ayes.
Responden al reto sin tiento.
Escalan murallas de pertrechos rotos y oxidados.
Pasará su tiempo como ocurrió con otros.
Cuesta alejarse y sentir el aire fétido de su detritus.
Responden alzando su espada al grito de alerta.
Alzan y ensalzan dejando caer en el lodo tus esperanzas.
Mañana se aleja como un espectro.
A él te acercas anonadada.
Barriendo el viento te llevará a la distancia de los que nunca estuvieron.
Ese día la calma posará en tu pecho.
Entre tanto, andas temiendo el dolor y la ausencia
de la espera de lo cierto de ese no tiempo.
Juegas a todo.
Te crees que eres.
Estás en lo cierto.
Aún siendo, la nada es tu lecho.
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