domingo, 15 de febrero de 2009

Renueva

He rasgado las vestiduras del alma quedando desnuda y fría en tu cama de estrellas bajo la Luna.
He hollado el vacío profundo en tu lecho de espuma.
He caído bajo el encantamiento del deseo inoportuno atraída por un fuego fatuo que creía cálido y vivo.
He mirado las piedras del camino una a una a cada paso que daba esperando controlar la caída inoportuna.
He sido lo que has creído que era y me he convertido en un velo tan transparente que me añoro de mi propio existir y de mi frente.
He recorrido cada trazo de vuelo depistado en un ocaso oportunamente ocultado para hacerme creer que existo en una existencia mentirosa.
He pensado de mí misma y con ello he construido cada una de las volutas de humo vaporoso que se elevan a lo más alto con mis plegarias de indispuesta compostura.
He estado tantas veces en el fondo de este pozo oscuro que ahora me asusta sólo verme asomada en él porque me precipito.
De pretérito estoy hablando, un tiempo que en presente se me antoja predispuesto.
Mañana acaso seré en el mismo complejo momento y diré que qué fue que me precipitó a tal sin recordar apenas que ando vagando en ese Laberinto y que por arte de desmemoria siempre encuentro el recodo de la misma queja inoportuna.
Construyo la fantasía de haber tenido y haber vivido y ocurre que al final las mejores historias se escriben en ella, en mi vida.

En los pliegues de mi alma ando indagando.

No hay comentarios:

Publicar un comentario