domingo, 15 de febrero de 2009

Un día sabrás quien soy

Lo que cuenta, son las personas.
De mis actos verás rastros de defectos y virtudes.
No esperes que no me equivoque.
Errar es lo humano de mi parte.
Amar es humanizarme.
Seguir el pulso emocional.
Esa línea de fuga que apuntaba a las emociones.
Un cuerpo, una mente.
Un corazón que sufre y grita.
Sangre que golpea las sienes hasta decir basta.
El alma que puja por presentarse ante la humana presencia de las otras almas.
Amar no es un viaje en sedas y sábanas blancas.
Amar es exponerse a la otra mirada.
Amar es dejar que el cristal empañado del espejo vislumbre el reflejo, dejándose al descubierto.
Ese verbo declinado en las clases de latín de aquellos años primeros es guía y tortura en el camino que atraviesa una vida, la mía.

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